Ariel Ramírez, oriundo de Río Turbio, dejó en alto el nombre de la Cuenca Carbonífera al participar en la edición 2024 de la prestigiosa Ultra-Trail de Mont-Blanc. El corredor santacruceño recorrió 57 kilómetros con un desnivel de 3.498 metros, finalizando la competencia en 9 horas, 11 minutos y 56 segundos, un logro que llena de orgullo a toda la región.

Ariel Ramírez, un apasionado corredor de trail de Río Turbio, ha marcado un hito en la historia del deporte de la Cuenca Carbonífera al completar una de las competencias más exigentes a nivel mundial: la Ultra-Trail de Mont-Blanc (UTMB) en Francia. Este evento es reconocido como el desafío máximo en el mundo del trail running, donde solo los más preparados y decididos se atreven a participar.

Ramírez compitió en la carrera Orsières-Champex-Chamonix (OCC), una de las pruebas que forman parte del prestigioso circuito de la UTMB. Este recorrido, de 57 kilómetros y un desnivel acumulado de 3.498 metros, exigió al máximo a los participantes, quienes tuvieron un tiempo límite de 14 horas y 30 minutos para completarlo. Sin embargo, el atleta rioturbiense no solo logró finalizar la carrera, sino que lo hizo en un tiempo impresionante de 9 horas, 11 minutos y 56 segundos, superando su propio objetivo de cruzar la línea de meta.

La UTMB consta de siete circuitos, cada uno con distintos grados de dificultad y distancia. El más largo de ellos abarca 171 kilómetros y atraviesa los Alpes, cruzando las fronteras de Francia, Italia y Suiza, con un desnivel positivo que supera los 10.000 metros. Aunque Ramírez participó en un recorrido más corto, la exigencia y la preparación requerida no fueron menores, demostrando su fortaleza física y mental en una de las carreras más duras del mundo.

Este logro no solo coloca a Ariel Ramírez en la élite del trail running, sino que también inspira a toda la comunidad de la Cuenca Carbonífera. Su dedicación, esfuerzo y pasión por el deporte son un ejemplo a seguir para jóvenes y adultos por igual, demostrando que con perseverancia y disciplina, los sueños más grandes pueden convertirse en realidad.

El orgullo de Río Turbio y de toda la región patagónica, Ramírez ha demostrado que no hay límites cuando se trata de perseguir lo que uno ama. Este momento histórico para el deporte local quedará grabado en la memoria de quienes siguen su trayectoria, y su nombre resonará como un símbolo de esfuerzo y superación.