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Máximo Kirchner «El cambio somos nosotros»

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El titular del PJ bonaerense encabezó el acto en la ciudad entrerriana y dejó duras críticas a la oposición. También opinó acerca de las posibles candidaturas al interior del Frente de Todos y convocó a la militancia a «sacar al país adelante».

El diputado Máximo Kirchner envió un mensaje de aliento a la militancia a días del 17 de noviembre que tendrá como principal oradora a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner e hizo duras críticas a Juntos por el Cambio. “El cambio somos nosotros, los que podemos somos nosotros y nosotras. Siempre lo hemos hecho, compañeros y compañeras. Basta de ir para atrás«, manifestó.

«Los argentinos vimos y pudimos recuperar los sueños y la esperanza, y salir del lugar donde nos habían quebrado la autoestima, a fines de los 90. La Argentina sí puede. Y no me molesta decir: sí, puede. No voy a dejar que nos roben más las palabras”, aseguró el titular del PJ bonaerense, que encabezó el cierre de la novena edición del Encuentro Nacional de Salud en la ciudad entrerriana de Gualeguaychú.

El diputado fue el último en tomar la palabra en el acto central de la jornada que reunió a más de 6000 trabajadores de la salud y contó, además, con la participación del intendente de Gualeguaychú, Martín Piaggio; el diputado nacional Daniel Gollán; la ministra de Salud de la provincia de Chaco, Carolina Centeno y su par bonaerense, Nicolás Kreplak.

En medio de los debates acerca de suspender o no las PASO, Kirchner señaló que hay que dejar de lado las especulaciones acerca de quiénes serían los posibles candidatos en una interna. «Démonos la oportunidad de volver a soñar, terminemos con los imposibles. No importan los nombres y los apellidos, sino las ganas que tenga el pueblo de volver a tener una Patria libre, justa y soberana«, afirmó.

La crítica a la oposición

Como suele hacer en sus apariciones públicas, Kirchner recordó el daño que causó el préstamo que el gobierno del expresidente Mauricio Macri pidió al Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Cuando hablamos de vencimientos de la deuda, lo hacemos porque creemos que fue criminal lo que hizo Macri. ¿De donde piensan que van a salir esos recursos para afrontar esas deudas? No se usó el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) para salud», observó.

El mensaje a la militancia

Previo al Día de la Militancia -que celebra los 50 años del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina-, el diputado llamó a recuperar el país que se construyó entre 2003 y 2015, durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner y destacó que «cada compañero o compañera, más allá del rol particular, tiene que tener un compromiso que excede su saber, que es sacar al país adelante».

Y añadió: «Creo que si le ponemos garra, cabeza, mucho corazón… porque creo que muchas de las cosas que faltan, son eso. No hay que usar la palabra empatía como si fuera un slogan, sino como lealtad. A la empatía hay que creerla, sentirla, practicarla, esto es muy necesario».

El Encuentro Nacional de Salud

En su discurso, Kirchner consideró que “este tipo de encuentros es muy importante para cualquiera que aspire a gobernar, sino después aparecen las candidaturas de distintas personas, que pueden tener impacto mediático, apoyo económico de diferentes poderes, pero tras ellos sólo hay políticas enlatadas y sin territorio».

“El laburo que se hace aquí tuvo que ver en la forma en cómo se afrontó en algunos lugares la pandemia”, apuntó.

En esa línea, consideró que «hacer política es pensar las cosas más allá de nuestro presente y realidad”.

Además, el titular del PJ bonaerense se refirió a la integración del sistema de salud con el propósito de «diseñar, completar y pensar para darles respuestas a todos».

En el marco de los debates en torno al presupuesto, indicó que “siempre aparece la palabra gasto: reducir en educación, en salud y seguridad que en realidad se trata de inversión”.

Por su parte, la ministra chaqueña, Carolina Centeno, planteó que “las discusiones iniciadas en el Congreso siempre se siguen en cada uno de los lugares” y señaló que “es importante discutir el modelo de atención, de financiamiento y cómo gestionamos”.

A su turno, Gollán, indicó que en este espacio a la salud la conciben «como un derecho y que del otro lado quieren al sistema de salud desorganizado porque es donde se impone la lógica del lucro e inequitativo”.

“Necesitamos generar una enorme masa crítica de pensadores de la salud que puedan entender qué pasa y por qué pasa. No van a volver más porque un pueblo organizado va a ganar las elecciones en 2023 y va a hacer realidad el sistema de salud integrado”, aseguró el exministro de Salud en relación a Juntos por el Cambio (JxC) .

En tanto, Kreplak hizo un repaso de los nueve congresos anteriores y destacó que los trabajadores de la salud presentes son quienes estuvieron al frente de la organización de “la campaña de vacunación más grande de nuestra historia” durante la pandemia de coronavirus.

“Ellos son los que pusieron el pecho en el peor momento. No se escondieron, se organizaron y condujeron el destino de nuestro pueblo para que hoy estemos acá y podamos garantizar para nuestro proyecto nacional y popular la fuerza sanitaria capaz de transformar las cosas que nuestro país y nuestro pueblo necesita”, puntualizó el ministro de Salud bonaerense.


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Las tres Marchas

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Luis Bruschtein

Por Luis Bruschtein

La primera marcha fue del movimiento obrero, el 24 de enero, contra el DNU, la ley ómnibus y la flexibilización laboral; la segunda fue el 24 de marzo por los derechos humanos. Y esta ha sido la tercera gran marcha contra el gobierno de Javier Milei, movilizada por la comunidad educativa en defensa de la educación pública. Y cada vez fue mayor. El espíritu de la producción y el trabajo representado en los trabajadores, el espíritu moral y ético que simbolizan las Madres y las Abuelas y el espíritu cultural del país que alimentan las escuelas, colegios y universidades, fueron los atacados por este gobierno y los primeros en reaccionar. Hay más que tres marchas en juego, entre las tres, además de su masividad expresan la esencia de un país. Para este gobierno, todo es corrupción, menos los corruptos, a los que concibe como “héroes” que fugan millones, abusan de los precios o especulan en la bicicleta financiera.

El gobierno despreció esta marcha porque —dijeron— la organizaron y participaron los que no quieren la auditoría de las universidades. “Son los que se favorecen con este sistema de corrupción y no quieren perder sus beneficios”, dijeron por la televisión. Y Patricia Bullrich la calificó de “rara”. Defender la universidad que el gobierno quiere cerrar es “raro”. Todo el relato se monta sobre grandes mentiras que se reproducen en las redes hasta el infinito, porque las universidades tienen sus propios sistemas de auditorías.

Pero todo es corrupción, menos los corruptos. Igual que Mauricio Macri, hablan del curro de los derechos humanos y cuando no pueden comprar a los sindicalistas, los acusan de corruptos. Pero la verdadera corrupción, la que sí equivale a un PBI, es la que fugó 400 mil millones de dólares, los dueños de las offshore que reciben a Milei en el Llao Llao, los que colocaron estratégicamente a sus gerentes en las decisiones de política económica y en las empresas del Estado.

Las manos invisibles del mercado no son tan invisibles, pero se ocultan detrás de los ataques a los puntos más sensibles, como los trabajadores, los derechos humanos y la educación. Este país dejaría de existir, se derrumbaría, si destruyeran esos pilares.

La enorme movilización de ayer fue la más grande en muchos años. Las fotos aéreas lo reafirman. La Plaza y las avenidas laterales, más toda la Avenida de Mayo hasta parte de la Plaza de los dos Congresos, las diagonales, Rivadavia e Irigoyen, repletas. Más las grandes movilizaciones que se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Tucumán, Misiones, Mendoza y demás, dejaron en claro que el gobierno tendrá problemas si busca destruir a la educación pública.

En las tres marchas hubo una parte que fue a todas, pero en cada una se suman muchos manifestantes nuevos. Y el que va una vez, ya no se baja, porque el encuentro físico con otras personas que piensan parecido y actúan en común destruye preconceptos y diluye el prejuicio sobre el que se monta todo el discurso antipopular o incluso antimilitante o antipolítico, que son los antis que funcionan como pegamento del relato desarmador de la derecha.

En esta marcha hubo muchísima gente sin encolumnarse. Y había columnas que casi nunca han compartido la calle, como las de agrupaciones peronistas estudiantiles y la Franja Morada del radicalismo. Esa misma mezcla se daba en la muchedumbre.

Es probable que las movilizaciones no le muevan el amperímetro a Milei, que se pasó la tarde en las redes, igual que su vice que trató de humillar a Hebe de Bonafini. Milei confía más en sus modelos matemáticos que, como tales, nunca son la realidad, sino su representación: un modelo de números sin seres humanos, como los que mostró en la cadena nacional de radio y televisión el lunes. Le interesan esos números voladores y no los seres humanos, imperfectos y corrompibles. Pero ojo, las frías matemáticas son manipulables y manipuladas en este caso.

Un detalle que puso en evidencia la diversidad de los manifestantes que asistieron a las marchas fue la profusión de cartelitos caseros. En las marchas anteriores había algunos. Pero ayer estaba plagado de cartelitos con leyendas inventadas por sus portadores, escritos con marcadores de diferentes colores sobre hojas, cartulinas o cartones. Una nota de Página/12, da cuenta de este fenómeno. No hay que pensar demasiado: Si se juntan cientos o miles de maestras y docentes, preparan la marcha como si fuera una clase, con sus cartelitos didácticos o graciosos para sus alumnos. Es difícil imaginar una marcha de ferroviarios, por ejemplo, con cartelitos escritos a mano con marcadores de diferentes colores.

Qué poco conocen el país real estos tipos que gobiernan. Esos cartelitos son una clase en la escuela pública. Nadie las obliga a llevar un cartelito. Es lo que hacen las maestras en su tiempo “libre”, porque es lo que lleva en la sangre el ser docente. “La educación nos hace libre” dice uno que reivindica la verdadera libertad y no la que carajean estos farsantes. Y hay otro que es para reflexionar: ”Lucho por una educación que nos enseñe a pensar y no por una educación que nos enseñe a obedecer”.


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