Odear SPORT, una marca reconocida a nivel nacional, lo ha seleccionado como uno de sus jugadores auspiciados, y ahora representará a la marca en los torneos nacionales. Actualmente, se encuentra entrenando en La Rioja para afrontar próximos desafíos, incluyendo el Abierto Argentino y otros campeonatos nacionales.

Fabricio Riquelme, una joven promesa en el mundo del pádel, ha dejado una huella imborrable después de su desempeño en el reciente Torneo junior de padel realizado en Buenos Aires. El joven atleta demostró una habilidad y determinación notables, asegurando un lugar entre los mejores 8 jugadores del país.

Tras su destacada actuación, una reconocida marca nacional, Odear SPORT, ha reconocido el potencial y el compromiso de Fabricio con el deporte. La marca lo ha acogido en su grupo de jugadores auspiciados, ampliando aún más su trayectoria en el mundo del padel. A partir de ahora, Fabricio representará con orgullo a Odear Sport en todos los próximos torneos nacionales, llevando su emblema no solo en su equipamiento, sino también como símbolo de su lealtad a su ciudad natal, la querida región carbonífera.

En busca de la excelencia, Fabricio Riquelme se encuentra actualmente en La Rioja, donde está llevando a cabo un entrenamiento riguroso bajo la tutela de uno de los entrenadores más respetados de la ciudad. Esta preparación dedicada anticipa los desafíos que se avecinan. El calendario de Fabricio está repleto de torneos cruciales, que incluyen el próximo Abierto Argentino en Córdoba, seguido de un campeonato nacional en Mendoza y Bariloche. Su recorrido culminará con el torneo argentino en octubre, que nuevamente se celebrará en Córdoba.

El camino de Fabricio está acompañado del apoyo inquebrantable de su patrocinador, Odpro Padel, una marca que reconoce y respalda su potencial para brillar en el escenario nacional. A medida que Fabricio Riquelme continúa perfeccionando sus habilidades y elevando su perfil en la comunidad del padel, todas las miradas están puestas en sus próximas actuaciones, con la esperanza de presenciar el ascenso de una estrella en ciernes hacia alturas aún mayores.