El intendente Darío Menna recibió a Franco Vilte, un niño de 10 años que comenzó primer año del secundario. Desde muy pequeño mostró habilidades sobresalientes y, gracias al acompañamiento de su familia, hoy es un ejemplo de superación y talento en la Cuenca Carbonífera.

:
En Río Turbio, una historia de esfuerzo, inteligencia y determinación conmueve a toda la comunidad. Se trata de Franco Vilte, un niño de tan solo 10 años que este año comenzó primer año del secundario, luego de haber demostrado desde muy temprana edad una capacidad intelectual excepcional.

El intendente Darío Menna recibió a Franco en su despacho, donde compartieron una charla amena y enriquecedora. «Fue un encuentro muy interesante, Franco es un chico brillante, muy curioso y entusiasta», comentó Menna al finalizar la reunión.

Desde los 2 años, Franco comenzó a sorprender a su entorno. Aprendió a leer por su cuenta, mostrando una comprensión avanzada para su edad. Con el tiempo, especialistas confirmaron que posee un coeficiente intelectual por encima del promedio, lo que lo ubica dentro del grupo de niños con altas capacidades.

Su madre tuvo un rol fundamental en este recorrido. Durante años, insistió para que el sistema educativo reconociera la condición de su hijo. A través de gestiones, evaluaciones y acompañamientos constantes, logró que las instituciones educativas aceptaran su avance académico, respetando su ritmo y necesidades.

Franco no solo es un estudiante destacado, sino también un ejemplo para toda la provincia. Su historia refleja la importancia de detectar, acompañar y apoyar a niños con talentos especiales, y también el valor del esfuerzo familiar para que esos talentos puedan desarrollarse en un entorno adecuado.

“Este tipo de historias nos llenan de orgullo. Como municipio vamos a seguir acompañando estas trayectorias, porque creemos en el poder transformador de la educación”, expresó el intendente.

Con humildad, simpatía y mucha pasión por aprender, Franco se ha ganado el cariño de todos los que lo conocen. Y con apenas 10 años, ya se proyecta como uno de los grandes talentos de la Cuenca Carbonífera, demostrando que, cuando hay acompañamiento y oportunidades, el talento no tiene edad.