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El Senado designó a sus autoridades en una sesión preparatoria

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El Senado celebró su sesión preparatoria del año en la que los legisladores designaron a las autoridades de la Cámara y determinaron que los miércoles y jueves serán los días elegidos para celebrar sesiones ordinarias, en una breve ceremonia que duró diez minutos y fue presidida por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El recinto fue abierto a las 12 en punto para que ingresen los legisladores y diez minutos más tarde Fernández de Kirchner convocó al pampeano oficialista Daniel Pablo Bensusán para izar la bandera argentina en el recinto, mientras el resto de los legisladores, que no llegaba al medio centenar de presentes, entonaban el Himno Nacional.

Antes de iniciar con el procedimiento ordinario, la vicepresidenta le tomó juramento al opositor José María Torello, quien será el senador por la provincia de Buenos Aires durante los próximos dos años a raíz de la renuncia a su banca de Esteban Bullrich

El exministro de Educación del gobierno de Mauricio Macri dejó su lugar en la sesión del 9 de diciembre del año pasado, un día antes de que se produjera la renovación parlamentaria tras los comicios legislativos de noviembre.

Su decisión, según dijo en aquella oportunidad, la tomó para enfocarse en el tratamiento de la Esclerosis Lateral Amiotrófica que lo afecta. De hecho, pronunció su discurso de renuncia a través de una aplicación informática, ya que la enfermedad le impide hablar con normalidad.

Torello, uno de los señalados por el oficialismo de pertenecer a la “Mesa Judicial» que operó durante el gobierno de Cambiemos, prestó juramento frente al estrado del Senado acompañado por su hermano, el diputado nacional de Juntos por el Cambio (JxC), Pablo Torello.

A continuación, el Senado ratificó como presidenta Provisional de la Cámara a la oficialista santiagueña Claudia Abdala de Zamora, quien ocupa ese lugar desde 2019.

JxC, en tanto, designó como vicepresidenta a la santafesina Carolina Losada, quien ingresó al Senado en diciembre, tras triunfar en los comicios de su provincia acompañada en la fórmula por Dionisio Scarpin, ex intendente de la localidad de Avellaneda, en la provincia de Santa Fe.

Losada, quien debió prestar juramento en su nueva función, ocupa el puesto que hasta el año pasado poseía el porteño Martín Lousteau quien, no obstante, logró ubicar a su compañera de fórmula, Guadalupe Tagliaferri, como vicepresidenta Segunda del Senado.

El oficialismo, además de la Presidencia Provisional, se quedó con la Vicepresidencia Primera que continuará siendo representada por el misionero Maurice Closs.

Los legisladores también acordaron que las sesiones de carácter ordinario del Senado se lleven a cabo los miércoles y jueves, a partir de las 14.

No obstante esa elección, los días de sesiones pueden variar y llevarse a cabo cualquier otro día de la semana, de acuerdo con la necesidad del momento.

Finalmente, el Senado también resolvió ratificar a quienes ocupan las segundas líneas de la administración de la Cámara alta.

Así, el Frente de Todos, con el apoyo de Juntos por el Cambio, decidió sostener al ex senador nacional Marcelo Fuentes como secretario Parlamentario, y a la ex diputada nacional María Luz Alonso.

También fueron ratificados el prosecretario Administrativo, Mariano Cabral; y el prosecretario de Coordinación Operativa, Diego Bermúdez, a propuesta del oficialismo.

Juntos por el Cambio logró, por su parte, mantener como prosecretario Parlamentario a Juan Pedro Tunessi quien, durante el gobierno de Mauricio Macri, se desempeñó al frente de la Secretaría Parlamentaria.


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Una tensión interna que sube de temperatura

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Andrés «Cuervo» Larroque y Mariano Recalde sacaron a la luz las diferencias que atraviesan al peronismo en territorio bonaerense. Las discusiones giran en torno a la reorganización del espacio, las formas de conducción y los niveles de respaldo a la gestión en la Provincia. Puertas adentro ya asoman rispideces por el armado de listas de cara a 2025. El rol de Cristina Kirchner y los desacuerdos en la Legislatura local. 
Matías Ferrari

Por Matías Ferrari

Las asperezas internas que atraviesan al peronismo en territorio bonaerense comenzaron en las últimas horas a salir a la superficie. El primero en jugar fuerte fue el ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Andrés “Cuervo” Larroque, para quien “cualquiera que ose murmurar, conspirar o sembrar cuestionamientos extraños” contra Axel Kicillof “está en la joda y no está jugando a favor” del principal partido de oposición. Fue un tiro por elevación al referente de La Cámpora, Máximo Kirchner, que arrastra una relación tensa con el gobernador al menos desde el cierre de listas del año pasado. Rápido de reflejos, el presidente del PJ porteño, Mariano Recalde, uno de los dirigentes más cercanos a Máximo, recogió el guante y sostuvo que “nunca” escuchó “a un compañero del kirchnerismo cuestionando a Axel”. De paso, contraatacó con la misma medicina y disparó que “los que andan en algo raro” son aquellos dirigentes “que cuestionan a Cristina”.

Las diferencias entre ambas terminales vienen de larga data puertas adentro del peronismo bonaerense. Atravesaron todo el primer mandato de Kicillof al frente de la  Provincia, recrudecieron durante el cierre de listas de 2023 –cerca del gobernador creen que debió tener más peso en el armado de candidaturas para la legislatura local– y florecieron con fuerza en las últimas semanas. En La Plata se quejan de la falta de apoyo a la gestión provincial, de cuyo éxito depende, a fin de cuentas, la proyección de Kicillof como posible referente de la oposición a Javier Milei a nivel nacional. También hay un ojo puesto en cierta fricción para lograr acuerdos en la cámara de Diputados local. Desde la agrupación que conduce Máximo, en tanto, reprochan aquella idea de “componer una nueva canción”, que fue entendida como una declaración de intenciones de disputar la conducción interna del kirchnerismo.

Si bien la discusión tiene mucho de perspectivas sobre cómo reorganizar al peronismo en la oposición al gobierno de Milei, de fondo aparece también el clásico tire y afloje por el armado de listas de cara a 2025. A pesar de que el próximo turno electoral asoma bastante lejos en el calendario, en ambas terminales ya empiezan a oler una disputa similar por los lugares en las listas que ya se dió el año pasado. 

Marcar la cancha

En medio de ese berenjenal, Larroque lanzó la primera piedra este fin de semana, durante un acto en la Quinta de San Vicente junto al propio Kicillof y los principales referentes que se encolumnan detrás del gobernador: el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, el ministro de Trabajo local, Walter Correa, y los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada). El encuentro tuvo mucho de liturgia peronista pero también de autoafirmación kirchnerista: la fecha elegida fue el 13 de abril, en conmemoración de la movilización bajo la lluvia a Comodoro Py en defensa de la expresidenta, en tiempos de asedio judicial del macrismo. 

El eje central del discurso de Larroque fueron las fromas de conducción del amplio espectro kircherista, todavía golpeado por la derrota del año pasado. “¿Qué es la conducción de Cristina? ¿Que tres ñatos te manden un WhatsApp?”, disparó desde el escenario, en tono crítico con las formas de articulación política del espacio. “No quiero esa conducción de Cristina, quiero la conducción con movimiento popular», siguió. Los reproches fueron apareciendo, uno tras otro. «Algunos van a morir de sobredosis de estrategia», agregó. También apuntó contra «las mentes iluminadas» que «después no llenan una combi». Munición gruesa. 

Recalde, por su parte, salió a responder. «Las discusiones internas son más saludables que salir a dar un discurso», le espetó. «No es momento de discutir liderazgos», postuló. 

Luego, se dedicó a criticar a quienes cuestionan, según sostuvo, la conducción de CFK. «Yo banco a Cristina todo el tiempo, incluso cuando se equivoca», aseveró Recalde. Desde el Kicillofismo entienden que esa discusión es «una trampa». «No está en tela de juicio la conducción de Cristina, sino la estrategia que nos damos para no volver a frustrarnos electoralmente», afirman. La exvicepresidenta, hasta ahora, no se pronunció sobre el asunto. 

La discusión bonaerense

«No entiendo cuando el Cuervo Larroque dice que hay un compañero que anda en una cosa rara, pensé que hablaba de Guillermo Moreno, que es el que cuestiona a Axel todo el tiempo», ironizó Recalde respecto de los cuestionamientos del kicillofismo al apoyo de La Cámpora a la gestión provincial. 

Las rispideces respecto a lo local, sin embargo, tienen su origen en la Cámara de Diputados bonaerense, donde más marcadas están ambas fracciones, al punto que, según una voz que recorre los pasillos de la legislatura, «a veces es más fácil acordar con los radicales que con algunos que se dicen peronistas». En la legislatura hay algunos temas calientes como las vacantes en la Suprema Corte de Justicia bonaerense, que por ahora están trabados por desacuerdos internos de UP. 

En La Plata creen que no están recibiendo el apoyo necesario para avanzar en una gestión que creen que será cada vez más complicada, a caballo del ahogo financiero al que busca someter a la Provincia el gobierno de Milei y al brutal ajuste sobre los ingresos de la mayoría de los trabajadores. «Hay una crisis inminente, y si no apoyamos al dirigente que gobierna al 40 por ciento de la población del país, quién sabe qué opción podemos construir», sintetizan. 


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