Vecinos que arrojan residuos en caminos cercanos al vaciadero municipal de 28 de Noviembre están siendo filmados por cámaras privadas. La irresponsabilidad ambiental, además de vergonzosa, es sancionable.

A pesar de contar con un vaciadero habilitado, todavía hay quienes eligen la comodidad del descuido. Vecinos irresponsables están arrojando basura a pocos metros del ingreso al basural, generando focos de contaminación y un lamentable panorama para quienes transitan la zona.

Lo insólito es que se trata de gente que ya se dirige al vaciadero, pero no se toma el pequeño esfuerzo de completar el trayecto. Optan, en cambio, por tirar residuos en banquinas o en tranqueras privadas, afectando tanto al ambiente como a la imagen de la comunidad.

Lo que muchos no saben —o prefieren ignorar— es que están siendo grabados. Cámaras instaladas por vecinos en predios linderos están registrando estas acciones, y no se descarta que el material pueda ser utilizado para realizar denuncias o aplicar sanciones.

Este tipo de comportamiento no solo es un acto de desconsideración hacia el entorno y hacia el trabajo del personal municipal, sino que también demuestra una preocupante falta de compromiso con la convivencia. Cuidar el ambiente no es solo tarea de las autoridades: es una responsabilidad de todos.

La Municipalidad de 28 de Noviembre ya ha manifestado en varias oportunidades su voluntad de ordenar y sanear estos espacios. Pero sin la colaboración de la comunidad, cualquier esfuerzo institucional se vuelve insuficiente. Es hora de asumirlo: tirar basura donde no corresponde no es un acto inocente. Es contaminación. Es falta de respeto. Y ahora, también, es algo que queda registrado