Paro por tiempo indeterminado: ¡Las propuestas son insuficientes!

El paro por tiempo indeterminado que sostienen los trabajadores municipales de 28 de Noviembre y Río Turbio no es solo una medida gremial: es el síntoma de una crisis más profunda en la relación entre los gobiernos locales y sus empleados.

Río Turbio16 de octubre de 2025Patagonia NexoPatagonia Nexo
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Crédito: Dante Diaz

El reclamo, encabezado por los Municipales (SEM) y ATE Seccional 28 de Noviembre, visibilizan el desgaste de una gestión que parece haber perdido la capacidad de escuchar, negociar y responder con hechos concretos a las demandas de su propia estructura laboral.

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Durante la última reunión con el Ejecutivo de 28 de Noviembre, el gremio presentó una propuesta elaborada por la asamblea, con reclamos que no son nuevos: recomposición salarial, cumplimiento de acuerdos paritarios, pase a planta permanente y regularización de adicionales atrasados.

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Sin embargo, la falta de respuestas volvió a marcar la agenda. Los trabajadores decidieron continuar con el paro por tiempo indeterminado, y el mensaje fue claro: no hay margen para seguir esperando.

El conflicto, que ya lleva semanas, tiene además un correlato directo en Río Turbio, donde el gremio local mantiene una postura similar. Allí también hubo diálogo, pero sin resultados. Los reclamos se repiten y la sensación de abandono crece en cada jornada de protesta.

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Lo más preocupante es la naturalización del conflicto. Los municipios parecen haberse acostumbrado a convivir con medidas de fuerza, mientras los servicios públicos se sostienen apenas con guardias mínimas.


En el fondo, lo que está en juego es mucho más que un aumento de sueldos: se trata del reconocimiento de derechos laborales básicos y del respeto a los compromisos que el propio Estado asumió y no cumplió.

El silencio oficial no solo desgasta la relación con los gremios, sino que profundiza una brecha social y económica que golpea de lleno a los trabajadores municipales, quienes han visto cómo su poder adquisitivo se deteriora mes a mes frente a la inflación.

El paro, en este contexto, es una respuesta desesperada frente a la indiferencia institucional. Y mientras las autoridades locales no asuman su responsabilidad política y administrativa, la conflictividad seguirá creciendo en la cuenca carbonífera.

Porque cuando el diálogo se reemplaza por la espera, y las promesas se sustituyen por excusas, lo que queda es la protesta.


Y esta vez, la protesta no tiene fecha de vencimiento.

-Créditos de imagen: SOEM Río Turbio y Dante Diaz

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