En el centro invernal Valdelen, la Fiesta de la Montaña reunió a vecinos y turistas en una jornada de actividades al aire libre. Entre fogones, risas y nieve, el arte también tuvo su lugar con el trabajo de Sergio Aravena y su pareja, que sorprendieron con impresionantes esculturas talladas en madera.

El centro invernal Valdelen fue este domingo escenario de la ya tradicional Fiesta de la Montaña, un encuentro que celebra la naturaleza, el invierno y la cultura de la región. Con un marco paisajístico inmejorable, visitantes y residentes disfrutaron de actividades para todas las edades: deportes de nieve, música en vivo, gastronomía local y propuestas recreativas que se extendieron durante toda la jornada.

Entre las atracciones que más llamaron la atención, el arte tuvo un lugar destacado. El escultor Sergio Aravena, acompañado por su pareja, presentó un trabajo minucioso y cautivador: esculturas talladas en madera que fueron tomando forma frente al público, en un proceso tan hipnótico como inspirador. Cada golpe de gubia y cada corte de motosierra revelaban la habilidad y la paciencia de un oficio que combina fuerza, técnica y sensibilidad artística.

Las figuras, inspiradas en la fauna y la identidad patagónica, no solo embellecieron el evento sino que también despertaron la curiosidad de grandes y chicos. Muchos visitantes se acercaron para conversar con Aravena, conocer más sobre su proceso creativo y tomarse fotos junto a las obras.

La presencia de artistas como Sergio y su pareja aportó a la Fiesta de la Montaña un matiz especial, demostrando que la cultura y el arte pueden convivir perfectamente con la aventura y el deporte. El evento volvió a consolidarse como un punto de encuentro que celebra no solo la geografía privilegiada de la región, sino también el talento y la pasión de su gente.