Así lo expresaba en sus perfiles de las distintas redes sociales el actual Ministro de Gobierno Nicolas Brizuela.

Hoy asistimos con asombro a la actitud de quienes, habiendo gobernado y dañado profundamente a nuestra provincia, ahora pretenden erigirse como expertos en gobernabilidad. Son los mismos que tuvieron en sus manos la oportunidad y la responsabilidad de construir un futuro para los santacruceños, y dejaron pasar esa posibilidad.

No pensaron en el desarrollo, ni en el bienestar colectivo. Gobernaron para ellos mismos, de espaldas al pueblo, priorizando intereses personales y partidarios por encima de las necesidades reales de nuestra sociedad. Resulta paradójico escucharlos hoy hablar de “normalidad”, cuando fueron precisamente ellos quienes nos alejaron de ella durante años, hipotecando las oportunidades de generaciones enteras.

Frente a ese pasado, hoy existe un gobierno que no mira para otro lado. Un gobierno que toma decisiones, que se hace cargo de una deuda histórica: generar empleo genuino, un objetivo difícil pero no imposible. Porque sabemos que el trabajo no solo dignifica, sino que es el verdadero cimiento para construir una provincia más justa, inclusiva y con oportunidades reales para todos.

No venimos a improvisar ni a sostener discursos vacíos. Venimos a hacer. A transformar. A poner el foco donde siempre debió estar: en la gente.

Durante años, llenaron de militantes las oficinas estatales, usando el Estado como botín político, desbordándolo de personal sin planificación, sólo para asegurarse votos y obediencia. Y ahora, como si no tuvieran responsabilidad alguna, se asombran cuando se habla de un Estado sobredimensionado, pesado, ineficiente.

Destruyeron estructuras, vaciaron instituciones, y hoy lo siguen haciendo pero desde la vereda de enfrente, tirando piedras, apostando al fracaso, alimentando el enojo.

Nosotros elegimos otro camino: el de construir, el de asumir responsabilidades, el de mirar hacia adelante. No para volver al pasado, sino para garantizarle a cada santacruceño y santacruceña un presente y un futuro mejor.