El Ejecutivo Municipal rechazó el pedido de recomposición salarial formulado por los trabajadores, que reclaman un ingreso equivalente al valor de la canasta básica total, actualmente fijada en $1.491.969. Desde la categoría más baja –con sueldos que rondan los $600.000– la brecha es significativa y alimenta el malestar en un contexto de creciente tensión e incertidumbre.

En el marco de las negociaciones paritarias, el reclamo central de los trabajadores municipales se centra en alcanzar un salario que cubra el costo real de vida, según los valores actualizados del INDEC. Sin embargo, el Ejecutivo local desestimó el pedido argumentando una delicada situación financiera que impide acercarse siquiera al monto solicitado.

A esto se sumó una nueva controversia: la intención del municipio de trasladar la cuenta de haberes del Banco Nación al Banco Santa Cruz. Según se supo, el objetivo sería habilitar la posibilidad de girar al descubierto para afrontar futuros aumentos. La propuesta fue analizada en asamblea, donde también fue rechazada por amplia mayoría.

Ante este panorama, los trabajadores se ven cada vez más acorralados frente a una realidad económica que ahoga el bolsillo día tras día. La falta de información clara por parte del Ejecutivo, sumada a la escasa participación de trabajadores en las asambleas, profundiza la sensación de desprotección y malestar generalizado.

El conflicto continúa sin avances concretos y con posiciones cada vez más alejadas entre las partes y ante esta situación los trabajadores podrían determinar este jueves 31 de julio un paro de actividades.