Trabajadores municipales de Río Turbio, liderados por el secretario general del SOEM, Julio Godoy, realizaron una protesta frente al edificio de la municipalidad este viernes, exigiendo mejoras salariales y soluciones ante la pérdida de poder adquisitivo. En medio de tensiones, aceptaron la conciliación obligatoria, pero mantienen sus demandas.

Este viernes, trabajadores municipales de Río Turbio se congregaron frente al edificio de la municipalidad para expresar su descontento ante la falta de respuestas a sus reclamos salariales. La manifestación, encabezada por Julio Godoy, secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM), reflejó la creciente preocupación por la pérdida de poder adquisitivo en un contexto económico desafiante.

Godoy, en diálogo con Patagonia Nexo, compartió las expectativas del gremio tras alcanzar el máximo de lo solicitado en la asamblea, que incluyó la convocatoria a un paro. Sin embargo, destacó la importancia de buscar un mecanismo de diálogo con el ejecutivo municipal. «Esperamos que parte de la política nos acompañe en este reclamo. Tanto el gobierno de la provincia como el municipio saben que nuestras condiciones no son sostenibles, y es crucial que nos apoyen para resolver el conflicto, porque la situación es difícil», manifestó el dirigente.

La protesta surge en un contexto donde, según Godoy, cada mes los trabajadores ven cómo se deteriora su poder adquisitivo. «Falta mucho para septiembre, y aunque el gobierno nacional hable de una inflación controlada, la realidad es que el dinero no alcanza para cubrir las necesidades básicas», agregó, mencionando el impacto de las tarifas de gas y luz, los problemas con los medicamentos, y las dificultades que enfrentan los trabajadores para enviar a sus hijos a la escuela.

Godoy subrayó la necesidad de una mesa de diálogo que incluya al Concejo Deliberante y representantes de la minoría, con el objetivo de encontrar una solución que alivie la situación financiera de los trabajadores. Recordó que la última reunión paritaria se llevó a cabo hace un mes, con un acuerdo de aumento del 10% para agosto, pero este incremento fue considerado insuficiente por el gremio. «Necesitamos un gesto de buena voluntad para mejorar la situación, ya que según nuestros cálculos, los trabajadores requieren al menos $100.000 para llegar a fin de mes», detalló.

Finalmente, el gremialista cuestionó la veracidad de los datos del INDEC, argumentando que no reflejan la realidad de los precios en las góndolas ni las necesidades para cubrir la canasta básica. «Hoy, desde el gobierno nacional y el Ministerio de Trabajo, plantean que no van a homologar paritarias que superen el índice de inflación, pero esto no se alinea con la realidad que enfrentamos», concluyó.

En medio de estas tensiones, los trabajadores municipales aceptaron la conciliación obligatoria, pero mantienen firmes sus demandas, esperando que se tomen medidas concretas para mejorar sus condiciones laborales y salariales.