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El gesto definitivo del alineamiento de Javier Milei con Israel

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El Presidente regresó de urgencia al país de su gira por EEUU para reunirse con su gabinete con motivo del bombardeo iraní. A contramano de la mayoría de sus pares de la región, sobreactuó su respaldo a Israel con un abrazo con el embajador Eyal Sela, al que le cedió todo el protagonismo del «comité de crisis». Antes, en una entrevista, Milei había reiterado su apoyo «irrestricto” a las decisiones que tome el primer ministro Benjamín Netanyahu en medio del conflicto.
Melisa Molina

Por Melisa Molina

El presidente Javier Milei adelantó su regreso al país de la gira que estaba llevando adelante en Estados Unidos debido a la escalada del conflicto en Medio Oriente y el último ataque de Irán contra Israel. Lejos de sentar una posición neutral sobre el tema –como hicieron la mayoría de los presidentes de los países de la región y también del resto del mundo– el mandatario argentino sobreactuó su respaldo y sentó una clara posición a favor de Israel. En esa línea, recibió en su despacho de Casa Rosada al embajador israelí, Eyal Sela, a quien además sentó al lado de Victoria Villerruel durante la reunión del «comité de crisis» al que convocó en Balcarce 50.Una vez terminado el encuentro con los ministros, el Presidente no emitió palabra. El que habló en una conferencia de prensa grabada y sin preguntas fue el vocero Manuel Adorni, que dijo: «Argentina respalda enfáticamente al estado de Israel en defensa de su soberanía». 

Luego, el vocero le pasó la palabra a Sela: «Vine aquí para expresar el agradecimiento del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y del presidente Isaac Herzog a Javier Milei por su clara y rotunda condena a Irán y por estar del lado correcto de la historia y de los hechos», expresó el israelí, un tanto sorprendido por la magnitud del respaldo del gobierno argentino.

De hecho, como si fuese el funcionario de mayor importancia, fue Sela quien también arrancó la reunión de gabinete. Allí contó la situación actual de Israel, que casi una hora después detalló en la conferencia de prensa. «Vine para dar información diplomática luego del ataque de Irán que fue una combinación de drones y misiles. El 99 de ellos fueron interceptados», comenzó. Luego resaltó el aspecto «simbólico» de los bombardeos, porque, dijo, «por primera vez Irán intentó atacar a Israel directamente dentro de su territorio». «Irán está hace muchos años atacando a Israel vía organizaciones terroristas como Hezbolá; los hutíes en Yemén; el Hamás o milicias de Siria o Irak, pero ayer (por el sábado) fue un intento de llevar más de 60 toneladas de explosivos hacia el centro de Israel y este es un tema que la comunidad internacional está condenando», argumentó. 

Milei había viajado a Miami junto con su hermana para recibir el reconocimiento como “Embajador Internacional de la Luz” de manos de la comunidad judía Jabad Lubavitch de esa ciudad y también para visitar al empresario dueño de X, Elon Musk, al que el gobierno argentino quiere entregarle el litio que se encuentra en el norte del país. Tras esos eventos, Milei tenía planificado dirigirse a Dinamarca. Sin embargo, el mandatario canceló todos sus planes por la escalada del conflicto en Israel y este domingo aterrizó en Buenos Aires «de urgencia», antes de las 19. 

El jefe de Estado se bajó del avión y del aeropuerto fue directo a Casa Rosada junto a su hermana y secretaria general de la presidencia, Karina Milei, donde se reunió en su despacho con el embajador de Israel y se sacó la foto de un abrazo entre ambos. Toda una señal política que se sumó a los respaldos explícitos y al posicionamiento que el Presidente tomó durante los últimos días.

De allí ambos se fueron a participar de una reunión de gabinete en la que, además de las palabras de Sela, analizaron un informe que horas antes había realizado la jefatura de gabinete sobre la situación en Israel. Milei, el domingo temprano, había dicho que volvía al país para conformar un «comité de crisis», pero lo cierto es que en la Argentina no estaban ni el ministro de Defensa, Luis Petri –que sí viajó a Dinamarca donde firmará un acuerdo para la adquisición de aviones de caza F-16–, ni tampoco la canciller Diana Mondino, que se encontraba en Brasil donde se reunirá este lunes con su par, Mauro Vieira. Ambos estuvieron de manera virtual. 

Milei y su hermana ingresaron a Casa Rosada por el salón de los bustos 19 y más tarde arribaron el ministro del Interior, Guillermo Francos; el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. 19.40 lo hizo la vicepresidenta, Victoria Villarruel. También asistieron el asesor presidencial Santiago Caputo; el vocero Manuel Adorni y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Cerca de las 20 ingresó el ministro de Economía, Luis Caputo. La presencia más sorpresiva, porque su área no está vinculada al tema y porque el país transita una epidemia de dengue que no está siendo abordada por el estado, fue la del ministro de Salud Mario Russo. 

El jefe de Gabinete se había reunido el domingo –antes del encuentro del gabinete– «con enlaces de Inteligencia, Seguridad, Defensa, Cancillería, Interior y Estrategia», y ese grupo generó un primer informe que se fue actualizando para la reunión de la noche. El Jefe de Gabinete estuvo coordinando ese trabajo y transmitiendo la información al Presidente y al resto de los ministros. 21.30 el encuentro ya había terminado. En la reunión se prometió continuar con el seguimiento del tema y acordaron volver a reunirse para monitorear la situación. El posteo desde la cuenta de la Oficina del Presidente fue escueto: compartieron la foto en la que se lo ve a Milei en la cabeza de la mesa junto con la vicepresidenta y el Jefe de Gabinete y escribieron: «El Presidente Javier Milei encabeza una reunión de gabinete en Casa Rosada, con la participación del Embajador del Estado de Israel, Eyal Sela».

Milei se encontraba en medio de su viaje por Estados Unidos cuando se enteró de los últimos ataques de Irán contra Israel que, en su gran mayoría, fueron interceptados y no generaron daños mayores. De manera casi inmediata la Argentina salió a fijar postura y desde la Oficina del Presidente emitieron un comunicado en el que Milei expresaba “su solidaridad y compromiso inclaudicable con el Estado de Israel frente a los ataques iniciados por la República Islámica de Irán”, y agregó: «La República Argentina reconoce el derecho de los Estados-Nación a defenderse, y respalda enfáticamente al Estado de Israel en la defensa de su soberanía, en especial contra regímenes que promocionan el terror y buscan la destrucción de la civilización occidental”.

En una entrevista televisiva con el norteamericano ultraderechista Ben Shapiro, Milei ya se había expresado con elogios a Israel y puso sobre la mesa, por primera vez con honestidad brutal, las razones puramente ideológicas y hasta personales de su alineamiento. «Es muy importante entender el vínculo de la libertad con Israel. Es fundamental porque es un pueblo que además ha logrado la conjunción entre lo espiritual y lo material. Esa armonía espiritual y material genera progreso», dijo. 

Algo similar había profesado respecto de Estados Unidos cuando posó hace una semana junto a la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, en la base naval de Tierra del Fuego, donde además sonó el himno norteamericano. El entusiasmo respecto de Israel lo llevó, además, a reiterar su “apoyo irrestricto” a las decisiones del primer ministro Benjamín Netanyahu en medio del conflicto. Para mala suerte de Milei, la entrevista con Shapiro se grabó este miércoles, tres días antes del bombardeo iraní, pero sus declaraciones se difundieron –sin censura– este domingo, con el conflicto ya desatado. La política exterior argentina, se ve, está atada más a sus propias convicciones que a una cuestión de Estado.


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El 2001, la pandemia y el macrismo ya quedaron chicos

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En abril, el consumo en hipermercados cayó 15,4, números que no se veían desde el estallido social de De La Rua. La UIA confirmó que la industria cayó 17,2 por ciento en marzo, muy por encima del industricidio del PRO y cerca del parate total por la COVID. Con la obra pública cerrada por el Gobierno, los tres sectores que explican la mayor parte del PBI se han desmoronado en tiempo récord. Fuertes disputas en las entidades empresarias por el apoyo que le dan a Milei mientras la economía se pulveriza. 
Leandro Renou

Por Leandro Renou

En sólo cinco meses de Gobierno, los números muestran que la gestión económica de Javier Milei superó ampliamente los derrumbes de actividad de las tres crisis más relevantes de los últimos años: el 2001, la pandemia de la COVID y los años de Mauricio Macri. Por un lado, Página I12 accedió a un adelanto del informe de la consultora Scentia de abril, que refleja un desplome del 15,4 por ciento en las ventas de hipermercados, una caída similar a la del estallido del gobierno De La Rua; por su lado, la Unión Industrial (UIA) confirmó que en marzo la actividad fabril cayó 17,2 por ciento, emparejando los niveles de diciembre del 2001 y cayendo más que en la parte más dura de la pandemia. A este dato se suma el derrumbe de la construcción, superior al 42 por ciento, lo que deriva en un escenario inédito: en tiempo récord, la gestión de Milei y Luis Caputo pusieron a las tres actividades que explican la mayor parte del PBI en una situación de dificil retorno.

Por esta perspectiva, que ya se veía venir, los economistas empezaron a alertar hace unas semanas que el nivel de la recesión, autogenerada para intentar morigerar una inflación que sigue muy alta, era el dato central a observar. Lo curioso es que este momento de crisis casi total de la actividad se da en paralelo al apoyo que empresarios de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Comercio y la propia UIA, le dan al gobierno de Milei, a quien estuvieron escuchando y aplaudiendo hace unas horas, en su exposición en el almuerzo que organizó el Consejo del Comercio y la Producción (Cicyp) en el Hotel Alvear. A raíz de estos datos, este diario habló con dirigentes de todos esos sectores consultando cómo y hasta cuándo se sostiene el discurso de apoyo a la línea Milei cuando la actividad a la baja ya se está cargando al empleo. «Es la pregunta del millón», contestó un alto dirigente de UIA. En esa sede de la gremial empresaria hay una guerra entre pymes y gigantes por el contexto de crisis, que se está llevando puestas a las más chicas. Por toda esa tensión, muchas cámaras como los metalúrgicos de ADIMRA y los texiles de Protejer decidieron salir por las suyas a denunciar que el proceso de crisis no frena y terminará en cierres de empresas. 

En este escenario, el consumo masivo es que el primero sintió el ajuste en los salarios, las jubilaciones pisadas y la liberación del resto de los bienes y servicios de la economía, que terminaron privando a las familias de mayores compras de alimentos. Según Scentia, la caída del 15,4 en ventas en los grandes supermercados de abril es la más grande desde el 2001-2002. «Quedó lejos incluso de los números muy negativos del macrismo», explicó un líder del supermercadismo multinacional. En los años del PRO, el consumo masivo medido por Scentia cayó tres de los cuatro años, quedando empatado en el período restante. Lo particular del consumo es que todos los rubros están cayendo, pero algunos como Bebidas, Aceites y Lácteos se desploman desde el 20 al 50 por ciento mensual. 

Esa baja en el gasto de los hogares está directamente conectada, además, con el desempeño de las fábricas. En el reporte de la UIA se muestra que la industria de Alimentos cayó 10,2 por ciento en abril, un número del que nadie tiene antecedentes, porque en general el sector crece, aún en los peores períodos, de manera marginal en relación con el crecimiento poblacional. El derrumbe de todos los sectores que muestra la UIA produjo una caída general de la actividad que supera o se equipara al 2001 y queda muy por encima de la pandemia de COVID. 

En 2001, medido por el INDEC, el sector industrial terminó cayendo 6,2 por ciento. Mientras que en diciembre de ese año, la baja fue de 18,4 por ciento. ¿Qué pasó co la COVID? En el primer semestre del 2020, el período de mayores restricciones a la circulación y la actividad, la industria cayó 18,4 por ciento. Teniendo su pico más negativo en abril, con una baja del 33 por ciento. Luego de eso, arrancó una curva ascendente que dejó al 2021 con números positivos. Hoy, en sólo un mes, retrocedió 17,2 por ciento, pero en condiciones normales, no pandémicas

Lo particular de estos datos, aseguran los especialistas, es que las caídas tan bruscas por sectores ya adelantan no sólo números negativos hacia adelante, sino un golpe que se ve en los puestos de trabajo. Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA, aseguró hace unos días que las fábricas perdieron ya 5000 puestos de trabajo, pero ese dato es previo a los 100 despidos en FATE, Acindar, los supermercados, PEPSICO y General Motors, todas cesantías que ocurrieron en las últimas horas. A eso se suman los 100 mil empleos menos que tiene la actividad de la construcción producto de la decisión de Milei de cerrar la obra pública y los que se están dando en el sector comercial. 


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