SOCIEDAD
Entra en crisis el acuerdo de Macri con Milei: «No voy a dejar que Karina me imponga condiciones»

El ex presidente está furioso con Karina Milei porque puso en stand by su desembarco en el gobierno.
Mauricio Macri está furioso con Karina Milei porque frenó el desembarco del PRO en el gobierno nacional y le advirtió a su equipo que no piensa aceptar que le «imponga condiciones».
El ex presidente sabe que fue Karina quien puso en stand by la fusión del PRO con La Libertad Avanza y por eso las negociaciones se estancaron, al punto que Javier Milei dijo ayer que «eso va a fluir solo».
La hermana del presidente fue quien le marcó un límite a las negociaciones cuando planteó que Milei no podía «entregar» ni a Martín Menem ni a ninguno de sus ministros para darle lugares al PRO.
En cambio, ofrecieron armar un interbloque en Diputados para que presida Cristian Ritondo, a quien Macri quería para presidir la Cámara. Pero Karina no piensa relegar a Menem, con quien tiene una relación muy cercana al punto que el fin de semana lo acompañó a ver tenis y a lo de Mirtha Legrand.
Percatado de que el acuerdo está totalmente trabado por las maniobras de Karina, Macri reunió en las últimas horas a su equipo y fue lapidario con la hermana del presidente.
«No me voy a dejar que me imponga condiciones una vendedora de tortas por Instagram», la fulminó Macri, que suele ser despectivo con Karina y también la llama «la tarotista».

El ex presidente ya había apuntado contra Santiago Caputo, que tiene una alianza interna con Karina para resistir el take over del PRO. Macri mandó a golpear sobre los negocios turbios del asesor presidencial, en un intento de debilitar ese polo de poder. Al mismo tiempo fortalece su alianza con Victoria Villarruel, que se mostró con gobernadores y les sugirió que dialoguen con el ex mandatario para ponerle límites a Milei.
No me voy a dejar que me imponga condiciones una vendedora de tortas por Instagram, la fulminó Macri, que suele ser despectivo con Karina y también la llama la tarotista
Los intentos de Macri por ahora chocan con el propio Milei que este lunes en una entrevista en La Nación + volvió a defender a Martín Menem y a Guillermo Francos, dos de los apuntados por el ex Boca. Pero además Milei le apuntó al entorno de Macri: » Creo que es alguien que sinceramente quiere una Argentina mejor, pero no se rodeó de la gente correcta».
RIO TURBIO
20 de junio ¿por qué celebramos el Día de la Bandera?

A 205 años del fallecimiento de Belgrano, la Argentina celebra el Día de la Bandera. Por qué se eligió esta fecha, cómo nació el símbolo patrio más reconocido y qué lugar ocupa hoy en la construcción de la identidad nacional.
Por Dr. Cristian Baquero Lazcano
Cada año, cuando el invierno apenas asoma y el calendario marca el 20 de junio, la Argentina entera detiene su marcha. Las aulas, las plazas, los medios de comunicación y los discursos institucionales se visten de celeste y blanco. El Día de la Bandera no es solo una evocación protocolar, es una cita con la historia y con la identidad.
La fecha fue establecida por ley en 1938, como homenaje al fallecimiento de Manuel Belgrano, creador de la enseña patria, ocurrido el 20 de junio de 1820. Pero la elección no fue casual ni improvisada, fue una forma de dar visibilidad y reconocimiento tardío a uno de los hombres más lúcidos, comprometidos y silenciosos de la emancipación sudamericana.
¿Por qué el 20 de junio?
Belgrano murió en soledad y sin honores oficiales. Aquel 20 de junio de 1820, Buenos Aires atravesaba una de las mayores crisis políticas de su historia, las provincias estaban en conflicto, las autoridades se disputaban el poder, y el deceso del prócer pasó prácticamente inadvertido. No hubo exequias de Estado ni luto nacional.
Recién en el siglo XX se saldaría esa deuda simbólica con la figura del prócer. El 8 de junio de 1938, el Congreso Nacional sancionó la Ley 12.361, que instauró el 20 de junio como feriado nacional en homenaje a la bandera y a su creador. Desde 2011, por decreto, es un feriado inamovible. Y desde entonces, la fecha se transformó en una jornada de reflexión, promesa escolar y conmemoraciones masivas, especialmente en Rosario, donde la bandera fue izada por primera vez.
Una bandera que nació sin autorización
La bandera argentina fue creada el 27 de febrero de 1812, en el entonces villorrio de Rosario, en plena campaña del Ejército del Norte. Belgrano, al frente de las tropas, ordenó levantar una bandera que pudiera distinguir a los soldados patriotas en el campo de batalla. La escarapela ya había sido adoptada oficialmente días antes, con los colores blanco y celeste.
“Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste conforme a los colores de la escarapela nacional”, escribió Belgrano en su informe. El Triunvirato porteño, sin embargo, le prohibió seguir usándola. Pero el símbolo ya había calado hondo.
Del campo de batalla al aula escolar
Los primeros usos de la bandera fueron estrictamente militares. En una época sin uniformes ni divisas claras, era clave tener una insignia que permitiera distinguir aliados de enemigos. El color rojo, tradicionalmente asociado a los realistas, fue evitado de forma explícita por Belgrano.
Con el tiempo, la bandera ganó legitimidad popular y política. El Congreso de Tucumán la adoptó como símbolo nacional en 1816, y dos años después, en 1818, se incorporó el Sol de Mayo, inspirado en las primeras monedas patrias acuñadas en Potosí.
Este sol -con rostro humano y 32 rayos alternados- representa la Revolución de Mayo y marca el carácter de “bandera mayor” o de guerra, a diferencia de la versión sin sol, usada hasta 1985 por particulares.
Rosario, el corazón de la celebración
La ciudad de Rosario, donde Belgrano izó por primera vez la bandera a orillas del río Paraná, es la sede histórica de las celebraciones. Allí se erige el Monumento Nacional a la Bandera, inaugurado oficialmente el 20 de junio de 1957, con desfiles, discursos y presencia de autoridades. Desde hace algunos años, se sumó un símbolo colectivo de gran impacto, la bandera más larga del mundo, confeccionada por miles de vecinos y escuelas en tramos que se van uniendo hasta superar los diez kilómetros.
De emblema militar a símbolo colectivo
La bandera no es solo un paño, ni un accesorio ornamental. Es un emblema de pertenencia, un testigo silencioso de la historia y una señal de identidad cultural. Flamea en las escuelas, pero también en los balcones, los estadios, las movilizaciones, las tragedias y los logros deportivos.
Por eso, cada 20 de junio, la Promesa de Lealtad a la Bandera que realizan los alumnos de cuarto grado en todo el país adquiere una profundidad especial. No es una fórmula vacía. Es la primera vez que muchos niños se reconocen parte de una comunidad política que los trasciende.
Un legado que interpela
Belgrano no fue solo el creador de la bandera. Fue también un reformista ilustrado, defensor de la educación gratuita, promotor de la industria nacional y figura clave en el proceso de independencia. Su vida, cargada de renuncias personales y servicio público, representa una ética de la responsabilidad que todavía hoy resulta incómoda en tiempos de discursos fáciles.
Que este 20 de junio no sea apenas una jornada con discursos escolares y mástiles engalanados. Que sea también un momento para preguntarnos cuánto hay en nosotros de esa promesa original, la de construir una patria libre, justa y soberana. Como la que Belgrano imaginó bajo su bandera.
(*) Cristian Baquero Lazcano
Profesor e Investigador Universitario. Doctor en Psicología Social. Director de Comunicación de la Asociación Argentina de Ceremonial y Protocolo (ASARP). Especialista en Heráldica y Vexilología. Creador de banderas y escudos oficiales en municipios y comunas de la República Argentina.
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