Tras diez años de ausencia, el referente de Río Turbio, Marcial Cané, regresa a la Caja de Previsión Social para hacer frente a una tarea crucial. En su nueva gestión, deberá gestionar ante ANSeS las partidas mensuales que cubren el déficit previsional, asegurando el pago puntual de las jubilaciones cada día 24 del mes. Un desafío complejo que se suma a la necesidad de garantizar el cumplimiento de otras obligaciones financieras en un plazo breve.

Después de una década de su primera presidencia en la Caja de Previsión Social durante la gestión de Daniel Peralta al frente de la Gobernación, Marcial  Cané vuelve a asumir la conducción del organismo en un momento crucial.

La tarea principal que aguarda a Cané es la gestión ante ANSeS para asegurar las partidas mensuales que cubren el déficit previsional. Estas partidas son vitales para garantizar el pago oportuno de las jubilaciones, programado para el día 24 de cada mes. Este desafío se presenta como una primera gran complejidad en su regreso, y el tiempo apremia, ya que en diez días la Caja debe contar con las partidas aseguradas.

Este retorno evoca recuerdos de la gestión de Cané hace una década, cuando, designado por el entonces gobernador Claudio Vidal, lideró la Caja de Previsión Social. En ese periodo, se enfrentó a la necesidad de una reforma previsional para abordar el déficit del organismo. Sin embargo, el proyecto generó controversias y tensiones, llegando a manifestaciones y protestas que lograron frenar la propuesta en la Legislatura Provincial.

Ahora, en su regreso, Cané se enfrenta a nuevos desafíos financieros y administrativos, buscando superar las complejidades que rodean la situación previsional. La comunidad y los jubilados provinciales observan con atención este retorno, esperando que la experiencia del referente de Río Turbio sea clave para superar los desafíos actuales y garantizar la estabilidad financiera de la Caja de Previsión Social.