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La confesión de Macri a Melconian sobre el FMI: «Me están dando la plata para ganar la elección»

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En una conferencia que dio en Uruguay, el expresidente del Banco Nación repasó los días del acuerdo de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional. Confirmó que fue Donald Trump quien impulsó el préstamo de 57 mil millones de dólares para sostener al entonces presidente hasta las elecciones de 2019.

«Es absolutamente cierto que el presidente Macri logró un acceso excepcional de la mano del presidente Donald Trump», afirmó el economista Carlos Melconian sobre el acuerdo que la gestión de Juntos por el Cambio alcanzó con el FMI para el préstamo más grande de la historia del organismo multilateral. Recordó que el entonces presidente le dijo: «Me están dando la plata para ganar la elección». 

Melconian repasó los días del acuerdo de Macri con el FMI en una charla que dio en Uruguay, donde ofreció su análisis sobre los últimos tres gobiernos y perspectivas a futuro. Allí sugirió que el fundador del PRO no debe presentarse a las elecciones 2023 como candidato por tener «piso alto y techo bajo» y señaló al ministro de Economía, Sergio Massa, como «el político con peor imagen». 

https://content.jwplatform.com/previews/g13BcWfp

Macri recibió un crédito stand by de 57 mil millones de dólares de parte del Fondo Monetario Internacional, del que finalmente se hicieron efectivos 45 mil millones. En declaraciones de las que luego intentó retractarse, el expresidente reconoció que esos fondos se usaron para financiar la fuga de capitales. «La usamos para pagar a los bancos comerciales que se querían ir porque tenían miedo de que volviera el kirchnerismo».

El propio FMI realizó una auditoría de ese crédito y cuestionó los manejos de política económica de Cambiemos. También hizo un duro diagnóstico sobre las medidas que no se tomaron para evitar la fuga del dinero de ese desembolso.

La mano de Trump a Macri para buscar la reelección

El economista aseguró que la intervención de Donald Trump fue fundamental para conseguir el préstamo para la Argentina para resolver lo que consideró un «equivocado asesoramiento de financiar gasto público con crédito externo». Remarcó que eso dejó a la Argentina, en 2018, sin más acceso a los mercados internacionales. 

Melconian repasó que, una vez hecho el favor por parte de Trump, fue el entonces número dos del FMI David Lipton quien tomó las riendas del préstamo de 50 mil millones de dólares. «Me consultaba: ¿qué opinas del acuerdo?», recordó Melconian sobre lo que le dijo Macri y señaló que él le anticipó que perdía la elección de 2019. En ese momento el economista agregó que el líder del PRO le dijo: «Pero si me están dando la plata para ganar la elección». 

Según el relato de Melconian, Macri le ofreció en ese momento tomar el Ministerio de Economía y él lo rechazó porque «un presidente y un ministro, con Lipton al lado, toman mate». «¿Qué voy a hacer si el programa lo hacen ellos?», dijo el economista que fue su respuesta. 

La inflación, el ajuste y la pandemia

«Macri hizo un ajuste fenomenal que lo dejó fuera de carrera», recordó Melconian sobre lo que ocurrió tras el acuerdo con el FMI y la suba de 18 a 60 pesos del dólar porque «se estaba yendo la ‘hot money’ que había llegado a la Argentina». Luego de ese repaso, el economista coincidió con el exmandatario con el análisis de que «el problema es que volvió a ganar el kirchnerismo». 

https://www.pagina12.com.ar/493812-la-confesion-de-macri-a-melconian-sobre-el-fmi-me-estan-dand

Melconian destacó como un «colchón» la situación de devaluación del peso, bajo déficit y cero emisión monetaria que fue política pública de los últimos dos años de Juntos por el Cambio e indicó que el gobierno de Alberto Fernández tuvo la «gran desgracia» de la pandemia de Covid-19. «La pandemia aceleró la utilización de los colchoncitos que había dejado Macri», consideró en la charla de la organización CED.

Para el economista el problema actual es que el país recuperó «un gasto público infinanciable», ya que no retrocedieron las ayudas sociales dadas durante la pandemia, y echó culpas sobre «la década bolivariana» en referencia a los años de gestión de Cristina Kirchner cuando «hizo gastos y no ahorró».

Melconian consideró que la gestión de Alberto Fernández es la «tercera administración consecutiva que empieza la vuelta a casa» y que en materia económica el gobierno es «socio de la inflación para licuar gastos y cobrar impuestos». 


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Divide y reinarás: El Gobierno aumenta el presupuesto solo para la Universidad de Buenos Aires

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Incrementará un 300 por ciento los recursos destinados a los gastos de funcionamiento. El Consejo Superior de la UBA afirmó que esto permite una previsibilidad, pero alertó sobre la situación salarial, que aún no está resuelta. El vicerrector Emiliano Yacobitti aseguró que seguirán reclamando por el resto de las casas de estudio.

Werner Pertot

Por Werner Pertot

La Universidad de Buenos Aires (UBA) decidió levantar la emergencia presupuestaria, tras alcanzar un acuerdo con el gobierno de Javier Milei por los gastos de funcionamiento, que recibirán una suba del 270 por ciento, y de sus hospitales, cuyo incrementp será cercano al 300 por ciento. En un comunicado, el Consejo Superior de la UBA afirmó que esto permite una previsibilidad, pero alertó sobre la situación salarial, que aún no está resuelta. Tampoco la inversión en ciencia y las obras que están paradas. En tanto otras 60 universidades continúan con el reclamo que llevó a la marcha universitaria y que no fue respondido. El vicerrector de la UBA, Emiliano Yacobitti, advirtió que seguirán reclamando por el resto de las casas de estudio. Las otras universidades indicaron que el aumento solo a la UBA «resulta inadmisible y provocador«. «No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda«, lanzaron. El Gobierno quedó a tiro de una cautelar.

Desde el comienzo de las negociaciones con las universidades y, sobre todo, en las reuniones posteriores a la marcha universitaria que resultó masiva en todo el país (algunas estimaciones llegaban al millón de personas), el Gobierno buscó dividir a la UBA del resto de las instituciones. De hecho, tuvieron una atención especial con el rector Ricardo Gelpi, a quien la ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, recibió un día antes que al resto. En los encuentros con todos los rectores, el Gobierno escuchó, pero no hubo avances reales en destrabar fondos. De hecho, en una exposición ante el Congreso, el secretario de Educación, Carlos Torrendell, no pudo dar precisiones sobre cómo se resolverá el conflicto universitario.

A partir de ahí, lo público se separa de las negociaciones a puertas cerradas. Con la UBA particularmente, el encargado de las negociaciones, que pasó a ser Torrendell, tuvo tres reuniones más. Estuvo presente también el secretario de Políticas Universitarias, Alejandro Alvarez, aunque moderó sus modales. Allí, las autoridades de la UBA insistieron con el planteo de actualizar lo presupuestario y tuvieron varias discusiones, avances y retrocesos. Finalmente, desde el Gobierno nacional aceptaron aumentar aquellas partidas sin las cuales directamente se iba a un cierre de la UBA: el funcionamiento básico (la luz, etc) y el presupuesto para los hospitales. Según confirmaron a este diario, no solo acordaron sino que ya empezaron a pagar.

En el caso de la UBA, los gastos de funcionamiento representan el 14 por ciento de los gastos totales (porque allí hay que contemplar también los seis hospitales; en otras universidades es la mitad de ese porcentaje). «Si ellos no garantizaban ni el presupuesto mínimo para prender las luces, teníamos que cerrar», insistieron desde el rectorado a este diario.

Sigue la discusión

No obstante, en el comunicado que emitió el Consejo Superior de la UBA para anunciar que levantaba la emergencia universitaria, dejaron en claro que sigue la discusión por ese otro 86 por ciento del gasto sobre el que no hubo acuerdo (principalmente, son los salarios docentes y no docentes). Lo que recibieron fue una actualización de los gastos de funcionamiento del 270 por ciento interanual y del 300 por ciento para los hospitales universitarios y aquellas funciones de la universidad vinculados al área asistencial. Se trata de 26.016.488.265 pesos que el Gobierno les comenzó a transferir con destino a afrontar los Gastos de Funcionamiento y otros 35.436.785.336 de pesos para sostener los niveles de atención de la salud.

“Las sumas indicadas, si bien se encuentran por debajo del presupuesto óptimo para el funcionamiento pleno de la Universidad, posibilitan una programación presupuestaria, imposible hasta el momento”, señaló la UBA, que también destacó que continúa el “estado de alerta y profunda preocupación” por la actualización salarial como también otras partidas “particularmente aquellas vinculadas a las áreas de Ciencia y Tecnología, Extensión Universitaria y a los Programas de infraestructura universitaria”. Es decir, las obras que están paradas, algunas de las cuales ya estaban en curso.

En materia salarial, no hubo acuerdo con el Frente Sindical de las Universidades: la propuesta del Gobierno, ante una inflación acumulada superior al 70 por ciento, fue: 16 por ciento en febrero, 12 por ciento para marzo y 8 por ciento para abril. Es decir, un 36 por ciento. Los números solos indican por qué están muy lejos de un acuerdo con los gremios. Desde el Consejo Superior de la UBA advirtieron que este acuerdo debería llegar urgente y también se mostraron a favor de que el Congreso sancione una Ley de Financiamiento Universitario que establezca un criterio de actualización para el presupuesto universitario, para que no se repita lo de este año.

Tras el acuerdo, Yacobitti escribió en su cuenta de Twitter: «Gracias a que la sociedad se expresó con contundencia en defensa de las universidades públicas, el gobierno actualizó los gastos de funcionamiento de la UBA (aprox. 300%) para que no tenga que cerrar. Es un triunfo de todos los que apostamos a la educación para un mejor futuro». Luego aclaró: «Vamos a seguir reclamando por los salarios docentes y no docentes que perdieron más de un tercio de su capacidad económica en 4 meses, por los recursos para CyT y las obras de mantenimiento de los edificios y laboratorios».

Y luego volvió a aclarar: «También es importante que esta corrección sea para todo el sistema y no solo para la UBA. Sentarnos a discutir un presupuesto para el 2025 que contemple los reajustes». Esto último quizás tenga que ver con la reacción del resto de las universidades, que tronaron apenas se conoció la noticia.

«Universidades de segunda»

Todas las universidades vienen funcionando con un presupuesto que se votó a fines de 2022 y que, insisten, es insuficiente para llegar no ya a fin de este año, sino a mitad de año en algunos casos. Por lo tanto, apenas se conoció el aumento para la UBA, las otras 60 casas de estudio pusieron el grito en el cielo y hablaron de una “discriminación federal injusta” de parte del Gobierno.

Hubo una reunión de emergencia del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) para tratar el tema. «Estamos en plena discusión viendo si nos dan lo mismo a todos. Si no, habrá problemas”, señaló antes de ingresar a la reunión Víctor Moriñigo, rector de la Universidad Nacional de San Luis y actual presidente del CIN.

El CIN emitió luego un comunicado que dejó en claro como estaban los ánimos: «Resulta inadmisible y provocador que se reconozca solo para una universidad y no para la totalidad del sistema que reúne a un conjunto de 60 universidades a lo largo y a lo ancho de todo el país, que representan a dos millones de estudiantes de las universidades argentinas. No aceptaremos que existan estudiantes de primera y de segunda«, remarcaron los rectores en un comunicado del CIN.

«Rechazamos cualquier metodología que promueva la división entre universidades y dentro de las universidades. No convalidaremos ningún intento de división, ni priorizaremos nunca ningún atajo. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) no resigna lo que cree. No es solo un problema de recursos, es también de principios», le advirtieron al Gobierno.

Por otro lado, advirtieron que el Gobierno reconoció con ese pago que tienen razón y que «hay plata». Según pudo saber este diario, todavía no harán una presentación judicial, sino que esperarán una respuesta del Gobierno, pero la disparidad de criterios pone a la administración nacional a tiro de una cautelar. En el comunicado indicaron que esa transferencia a la UBA «implica el reconocimiento por parte del gobierno nacional de uno de los aspectos del problema -y su grave magnitud- que todo el sistema universitario viene planteando desde enero de este año. Por lo tanto, habiendo el gobierno confirmado con sus actos que los recursos están, exigimos inmediatamente una resolución que garantice un incremento igual al otorgado a la Universidad de Buenos Aires para todas las universidades públicas de la Nación.

«Con la misma urgencia, seguiremos bregando por paritarias para las y los trabajadores de las universidades que recompongan la pérdida del poder adquisitivo del salario, por el sostenimiento y el fortalecimiento del sistema científico y tecnológico, por la actualización del monto destinado a becas estudiantiles y por la recuperación de las obras de infraestructura hoy paralizadas», concluyeron.


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