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Palazzo y el paro de bancarios: «Ganaron lo suficiente los bancos como para arrimar una propuesta»

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«Entiendan que los trabajadores están enojados y se espera una respuesta urgente», alertó el secretario General de La Bancaria sobre la huelga de 24 horas de este jueves.

El secretario General de la Asociación Bancaria y diputado nacional del Frente de Todos, Sergio Palazzo, remarcó que «los trabajadores están enojados con los bancos y se espera una respuesta urgente», al tiempo que avaló la medida de fuerza dispuesta por el gremio ya que las entidades del sector «ganaron lo suficiente como para arrimar una propuesta».

«Los bancos han ganado lo suficiente como para arrimar una propuesta. Cuando pedimos un 60 por ciento como mínimo tiene que ver con lo que ellos relevan», indicó Palazzo en declaraciones al programa «Sin relato», que conduce Antonio Fernández Llorente por radio AM La990. El sindicalista hizo un llamado de atención a las empresas financieras al señalar: «Entiendan que los trabajadores están enojados con los bancos y se espera una respuesta urgente».

El gremio dispuso para este jueves un paro de actividades por 24 horas por falta de acuerdo, tras calificar de «inadmisible» la propuesta que las entidades bancarias les presentaron en una audiencia paritaria el miércoles

«La propuesta desconoce el mandato del presidente de la Nación, quien claramente manifestó que los sueldos deben superar a la inflación», señaló La Bancaria en un comunicado de prensa.

En referencia a este ofrecimiento, Palazzo sostuvo que «más allá del porcentaje, la forma de pago de 5 a 7 pagos es lo que hace que se rechace la propuesta». «Con la perspectiva de inflación que se estima, en siete meses perderíamos con la inflación», explicó el también diputado oficialista. En ese sentido, agregó: «Esperemos que luego de la medida de fuerza podamos sentarnos a negociar desde otro lugar».

Asimismo, indicó que «en el lapso de un año, los bancos incrementaron entre un 60 y 189 por ciento los paquetes para los usuarios de servicios en dos y tres veces. ¿Por qué les parece mucho que pidamos el 60 por ciento como piso o un tratamiento similar a lo que le cobran a los clientes?».

«Entre los banqueros de la Argentina se van a repartir 121 mil millones de pesos, solo el 20 por ciento de lo que ganaron. Los dividendos acumulados por los dueños de los bancos. Les quedan unos 600 mil millones todavía. Ganan muchísimo dinero», añadió el líder de La Bancaria.

En otro orden, Palazzo se refirió a la interna del oficialismo y consideró: «Ojalá se pueda resolver y retomemos una senda de diálogo para articular un programa de Gobierno que ponga en su lugar al sujeto político por el que se creó al Frente de Todos, que es el que menos tiene. Este no está viendo eso y por eso perdimos 5 millones de votos».

Por otro lado dio su punto de vista respecto al problema de inflación que atraviesa el país y sostuvo que «más allá de los problemas de funcionamiento que tiene el Frente de Todos y que merecen discusión, el fondo es cuál es el programa económico a aplicar».

«No es nada personal con (el ministro de Economía) Martín Guzmán, es lógico que quien está al frente de Economía esté en el centro. Yo formulo críticas por el tema precios, me gané varias críticas pero tenía razón. Decía que no se estaban controlando bien los precios», indicó Palazzo.

Y en ese aspecto, añadió: «Es claro que erramos en la política inflacionaria, sino no tendríamos la inflación que tenemos. Tener un 60 por ciento de inflación en la Argentina es un gran problema que no está resuelto».

«Yo creo que el Presidente da lineamientos y el ministro de Economía da sugerencias. No tengo dudas de que en los lineamientos está preservar los ingresos de los que menos tienen, pero cuando no se atiende la contraparte que son los ingresos de los empresarios hay un problema pero que es ministerial y no del Presidente», consideró.


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Ida y vuelta de los aumentos en mayo

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El Gobierno postergó subas de luz, gas e impuesto a los combustibles para amortiguar otros aumentos. Colectivos y subtes, en espera.


Por Mara Pedrazzoli

Entre varias idas y vueltas respecto a los aumentos de precios liberados (y regulados) por el Gobierno, los incrementos programados para mayo impactarán directamente sobre consumos esenciales como combustibles, transporte, el servicio de internet y comunicación, colegios privados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) y alquileres. Se suman a los amplicados entre enero y abril, de modo que inclusive en el caso de las subas postergadas –como en luz, gas y algunas prepagas-, la comparación contra las tarifas en igual mes del año anterior todavía superan a la inflación general. Según el Indec, el aumento en los precios “regulados” acumulado en el primer trimestre del año fue del 81 por ciento interanual, mientras el nivel general de inflación ascendió a 51 por ciento.

Para empezar, en la mañana del miércoles 1 de mayo las petrolerassubieron el valor de los combustibles entre 4 y 5 por ciento. Un ajuste que obedeció al incremento en los costos por la suba del dólar -topeada por el Gobierno en 2 por ciento mensual- y a la recomposición para alcanzar niveles cercanos a la “paridad de exportación”, hoy unos 20 dólares arriba de los precios internos. En principio, los combustibles iban a subir casi 10 por ciento en mayo, dado el traslado por la corrección de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL), que fue suspendida hasta junio por el Gobierno por una decisión de último momento. Las estimaciones del Instituto Argentino de Análisis Fiscal evidenciaban que este ajuste del ICL hubiera sido más alto pues correspondía aplicar los precios del cuarto trimestre del año pasado, que habían rebotado debido a la devaluación de diciembre.

Así, el aumento aplicado inicialmente por YPF estuvo por debajo de las remarcaciones promedio de marzo y abril del 6 por ciento mensual. En mayo, la nafta súper en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pasó de 837 a unos 870 pesos, mientras la nafta premium avanzó de 1.033 a 1.074 pesos. Mientras el gasoil común dejó de costar 883 para pasar a venderse a un valor cercano a 918 pesos, y el gasoil premium avanzó de 1.123 a 1.167 pesos, considerando los valores más económicos del mercado. Tomando como ejemplo CABA, en los últimos doce meses el precio del litro de nafta súper pasó de 163,10 a 744 pesos, con lo que registró un incremento total del 356 por ciento en el período.

En el caso de los servicios públicos de luz y de gas, a partir de este miércoles debía regir la indexación mensual atada a la inflación que estipulaba la nueva fórmula sancionada por el Gobierno. Sin embargo, hasta el martes a la noche los entes reguladores, Enre y Enargas, no habían recibido la información correspondiente a los nuevos cuadros tarifarios. Ante la sorpresa de las empresas del sector, el Gobierno decidió pisar los ajustes que involucraban subas de entre 10 y 12 por ciento para las distribuidoras de energía eléctrica y gas y para las transportistas de gas. Dichos aumentos representaban un incremento cercano al 5 por ciento en las facturas finales de los servicios que el oficialismo prefirió evitar. Igualmente, desde enero acumulan un alza del 150 y 450 por ciento, respectivamente.

En un nuevo traspiés heterodoxo del ministro de Economía, Luis Caputo, decidió mantener las tarifas pisadas al menos un mes para ayudar a la desaceleración inflacionaria. La regulación de los servicios esenciales comenzó a ser entendida por el oficialismo desde una lógica menos simplista y dogmática de lo que intrepreta sobre la inflación, como un fenómeno exclusivamente monetario.En la mañana del miércoles 1 de mayo, el ministro escribió en su cuenta en la red X: “Estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media”, para explicar las postergaciones de los aumentos, con lo cual también reconoció que dejar de emitir para cubrir el déficit no condujo a la estabilidad de precios como había asegurado. Ahora necesita detener la suba de tarifas.

El congelamiento del ICL, de los aumentos en la luz y el gas, sumados a la exigencia de rebaja en las cuotas de siete medicinas prepagas deben leerse como un llamado de atención dentro de la propia lógica del Gobierno. Las idas y vueltas en materia de liberalización de precios minan el discurso libertario y su apoyo social ante la inmanente erosión en el poder adquisitivo de los salarios. 

El Gobierno ya había suspendido la aplicación de una fórmula indexatoria en su debut con la tarifa de los colectivos y trenes en el Amba durante abril. Ahora en mayo es una incógnita qué pasará con los colectivos ante la amenaza de un paro de choferes este jueves. Los colectivos ya sufrieron un alza del 29 por ciento en febrero.

En tanto, el próximo 6 de mayo sí subirá un 54 por ciento el boleto de tren en el Amba. El esquema tarifario para los servicios que incluyen las líneas Sarmiento, Roca, Mitre, San Martín, Belgrano Sur, Belgrano Norte, Urquiza y Tren de la Costa quedará de la siguiente manera: con tarjeta SUBE registrada en la primera sección valdrá 200 pesos, en la segunda 260 pesos y en la tercera 320 pesos, mientras con tarjeta sin registrara costará el doble, y algo menos de la mitad con la tarifa social.

En el caso del boleto de subte, se espera un aumento del 359 por ciento, pues pasará de 125 a 574 pesos aunque se desconoce a partir de qué fecha concreta del mes por cuestiones administrativas. El Gobierno porteño demoró la publicación de la medida en el Boletín Oficial y aún no confirmó cuándo lo hará, con lo cual también se desconoce si luego se aplicará el segundo incremento previsto para el 15 de mayo, que lleva el pasaje a 667 pesos. El siguiente incremento estaba anunciado para el 1 de junio, hasta los 757 pesos.

Asimismo, los colegios privados bonaerenses aplicarán un incremento del 6,7 por ciento en sus cuotas, con variaciones dependiendo del nivel educativo y la subvención estatal. Los jardines con 100 por ciento de aporte costarán hasta 17.500 pesos, mientras la secundaria con subsidio del 40 por ciento hasta 102.500 pesos.

También las tarifas de internet, cable y telefonía sufrirán un ajuste que oscilará entre el 10 y el 20 por ciento dependiendo del proveedor y el tipo de servicio contratado. Y por último, los alquileres que quedaron dentro de la Ley de Contratos de Locación tendrán un incremento del 221 por ciento mientras aquellos firmados después de la derogación tendrán un ajuste “según el mercado” y las condiciones particulares de cada caso.


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